
Queremos destacar que el empresario alcaudetense ha mantenido durante el desarrollo de todo el conflicto una postura inflexible y de amenaza a la compañera despedida, y de represión al resto de trabajadores. Nuestro sindicato ha constatado mediante entrevistas con antiguos trabajadores del centro en Alcaudete, (recordemos que este sindicato ya se manifestó el pasado mes ante las puertas de la empresa) la situación de flagrante incumplimiento de toda la normativa laboral y de prevención que allí existe. Así mismo, denunciamos públicamente la actitud de este empresario que se aprovecha de la necesidad de conseguir un puesto de trabajo de todo un pueblo que están aceptando jornadas laborales de más de 10 y 12 horas por salarios inferiores a 600 euros